Parque Cementerio Puerta del Cielo está ubicado cerca de la ciudad de Santo Domingo, en un lugar cercano de fácil acceso, un espacio cuidado y reconocido por su desarrollo ecológico. Por su morfología es un terreno sin grandes alteraciones. Se podría afirmar que se trata de un terreno con suaves niveles, por lo que caminar a través de él se convierte en una experiencia sumamente agradable y sin riesgos.

Desde que estos terrenos fueron adquiridos, una de las tareas que asumimos como prioridad fue preservar su foresta y los recursos naturales que al momento existiesen en el área y paulatinamente aumentar su cantidad y diversidad.

Así pues, con la asesoría de profesionales independientes especializados en el área de la botánica, técnicos del Jardín Botánico Nacional y con el soporte en lo que se refiere al diseño paisajístico y a su ejecución de la empresa SuperPlant, en el Parque Cementerio Puerta del Cielo al día de hoy han sido plantadas miles árboles y flora de especies diferentes, distribuidas en los diversos espacios y terrazas creadas en el camposanto y en un permanente proceso de crecimiento que aún no ha concluido.

El verdadero impacto de esta iniciativa se aprecia de forma más clara cuando se observa que en el Parque Cementerio se ha sembrado una planta o se ha plantado un árbol por cada 3.5 metros cuadrados de terreno. Se sabe que el impacto aún es mayor si no excluye las áreas que no tienen vocación de siembra, como las vías de acceso. Los estacionamientos del parque también son rodeados con un hermoso paisajismo de matas y árboles.

Con la siembra de estos árboles, Parque Cementerio Puerta del Cielo, ha procurado hacer un aporte al mejoramiento de la calidad del medio ambiente, el cual ha sido agredido en los últimos tiempos. Evidentemente se trata de una decisión que traerá beneficios importantes a la comunidad a corto y a mediano plazo.

Cuando se trata de identificar los beneficios principales de los árboles, en ocasiones la enumeración permanece en un nivel tan abstracto que los mismos no se aprecian, pero todo cambia cuando la enumeración se torna concreta y afirma con precisión que los árboles combaten el cambio climático, limpian el aire, proporcionan oxígeno, refrescan la calle y la ciudad, conservan energía, ahorran agua, ayudan a prevenir la contaminación del agua, ayudan a prevenir la erosión del terreno, protegen a los niños de los rayos ultravioletas, proporciona alimento, marcan las estaciones del año, generan oportunidades económicas, son maestros y compañeros de juego, reúnen grupos diversos de personas, proporcionan sus copas y hábitat para la vida silvestre, proporcionan madera y aumentan el valor de la propiedad.

La diversidad de beneficios que generan los árboles que se han plantado y que se seguirán plantando, justifica plenamente estas siembras que, de un modo u otro impactan nuestras vidas:

La ornamentación

Las flores son por antonomasia, uno de los elementos fundamentales para el adorno de los espacios, pero eso no se queda ahí, sus formas, olores y colores, aparte de que aportan vida y belleza, poseen otros atributos valiosos como la capacidad de favorecer la salud y el bienestar emocional, ser utilizados como aromatizantes y alimentan a las aves con su néctar. Un último recurso es que puede reflejarse en la mejora de aspectos como la relajación, el buen humor, contribuyen a mejorar las relaciones humanas y disminuyen los estados depresivos.

La sombra

La sombra es un resultado. En realidad, se trata de una región de oscuridad que se genera por la presencia de un cuerpo opaco. La combinación de estos factores atenúa el impacto de los rayos solares, protege la piel de los rayos ultravioleta y reduce la erosión al mitigar el impacto de las lluvias sobre la corteza de la tierra. Es un área que proporciona una temperatura más fresca.

La limpieza del aire

Se sabe que las partículas liberadas por la polución urbana pueden dañar la salud, por ejemplo, exacerbando el asma o generando procesos alérgicos en la piel. Se ha comprobado el impacto de los árboles, principalmente los de hojas perennes como el pino que son capaces de retirar toneladas de partículas contaminantes. La mejoría de la calidad del aire es uno de los beneficios principales que generan los espacios urbanos verdes y los árboles plantados en las aceras.

La retención del agua

Cuando llueve las corrientes de agua se tornan marrones y turbias, esto es así porque simplemente al caer las gotas de agua libremente sobre la tierra arrastran de golpe su capa vegetal, eso es lo que recibe el nombre de erosión.

En estos casos el beneficio de la lluvia es mínimo, en caso contrario cuando las tierras están debidamente arborizadas ese proceso se mitiga en menor grado. Las raíces retienen parte del agua que ha caído y mediante un proceso conocido como evo transpiración o transpiración vegetal, la van liberando paulatinamente. En consecuencia, el impacto de un aguacero puede durar hasta meses.

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