
Hoy es el Día Mundial del Consumo Responsable, y es una fecha ideal para recordar el rol que como empresas y entes de la sociedad tenemos frente al Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 de Producción y Consumo Responsable, el cual pretende garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, algo fundamental para sostener los medios de subsistencia de las generaciones actuales y futuras.
Para reducir nuestros niveles de consumo, debemos cambiar nuestros hábitos de consumo, y una de las principales medidas que debemos adoptar es sustituir los sistemas de suministro energético por otros más sostenibles.
Para que la transición tenga éxito, es necesario potenciar el aprovechamiento eficaz de los recursos, tener en cuenta todo el ciclo de vida de las actividades económicas y participar activamente en los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente.
Como empresa, ¿cómo puedo ayudar?
A las empresas les conviene encontrar nuevas soluciones que permitan modelos de consumo y producción sostenibles. Es necesario conocer más a fondo las repercusiones medioambientales y sociales que tienen ciertos productos y servicios, tanto en lo que respecta a su ciclo de vida como al modo en que se ven alterados por su uso en los diferentes estilos de vida.
Las soluciones innovadoras y de diseño facilitan e inspiran a las personas a adoptar estilos de vida más sostenibles, lo que reduce su impacto y mejora su bienestar.
Como consumidor, ¿cómo puedo ayudar?
Hay dos maneras principales de ayudar:
Evitar tirar comida y reducir el consumo de plástico, una de las causas principales de contaminación de los océanos. Tener siempre encima una bolsa reutilizable, negarse a usar pajitas de plástico y reciclar botellas de plástico son buenas formas de contribuir en el día a día.
Tomar decisiones inteligentes acerca de las compras también ayuda. Comprar productos sostenibles y locales puede suponer una diferencia, además de que presiona a las empresas para que adopten prácticas sostenibles.